sábado, 3 de julio de 2010

En Málaga se calculan alrededor de 100 sectas con 14.000 miembros

La crisis económica es un caldo de cultivo para estos grupos, que se disfrazan de asociaciones culturales, humanitarias, religiosas o políticas.

Como si del cortejo de un enamorado se tratase, al principio todo es maravilloso. Con halagos continuos, atenciones y comprensión, los miembros del grupo y su líder van ganándose la confianza del neófito que, sin darse cuenta y a través de técnicas de control mental, acabará por perder cualquier sentido crítico y se convertirá en una marioneta en manos del gurú.

No importa la edad, el nivel cultural o social. Nadie está a salvo de caer en las redes de las sectas destructivas, según lo expertos, que calculan que en la provincia de Málaga operan alrededor de un centenar de estos grupos totalitarios, que mantienen atrapadas a más de 14.000 personas.

Camufladas como asociaciones religiosas, culturales, políticas, deportivas o humanitarias, contactan con los potenciales adeptos a través de anuncios, el boca a boca, conferencias, cursos o terapias. La pérdida de un familiar, una separación o una depresión pueden ser aprovechados por estos colectivos, que inician una estrategia de debilitamiento psicofísico a través de técnicas de persuasión coercitiva -lo que se conoce como lavado de cerebro-, una mala alimentación, la falta de sueño, el uso de drogas o la hipnosis. El objetivo es controlar la mente del adepto en favor total del grupo o líder.

«Se nutren de las miserias de las personas», explica José Miguel Cuevas, psicólogo del único centro público de España que trata las adicciones a sectas, Marbella Solidaria, en el que atienden a una decena de personas al año. Este especialista, que cifra en un centenar los grupos operativos en Málaga, advierte de que la crisis económica puede ser un caldo de cultivo de este fenómeno, por la ansiedad que, por ejemplo, puede provocar el desempleo.

Así, en los últimos tiempos están proliferando colectivos «que te convierten en millonario si formas parte de su red comercial pero que lo que buscan es someter y aprovecharse de la persona», advierte Laura Merino, psicóloga de AIS (Atención e investigación en Sociadicciones). Existen también otras de corte comercial que garantizan un trabajo a través de la venta de determinados productos que «en realidad son empresas de estructura piramidal que se lucran con el trabajo y la inversión que hacen sus integrantes».

Si a la vulnerabilidad psicológica en un momento determinado se suma el hecho de que el grupo desarrolle una actividad atractiva, la captación es mucho más sencilla. La juventud es otro factor de riesgo, ya que en esa etapa «se tiende a ser más ingenuo e idealista» según Cuevas. La mitad de las personas que atendió AIS el año pasado tenían estudios universitarios.

El fenómeno migratorio también influye en el auge de estos colectivos, ya que «se instalan grupos extranjeros». Esta multiculturalidad convierte a Málaga en una de las provincias con más actividad.

Los gurús manipulan a sus víctimas «con impunidad», convirtiéndolas en seres sumisos y acríticos, «auténticos esclavos humanos». Para ello, después de la fase de seducción, llega el momento de la conversión en el que se les exigen sacrificios por las enseñanzas que supuestamente van a recibir y que les van a conducir a la felicidad.

Fines económicos

Dinero y poder suelen ser los fines de los creadores de sectas, aunque también hay quien busca la satisfacción sexual.

Los gurús son narcisistas, carismáticos, antisociales y sin sentimientos y viven por y para el grupo, según los expertos. En apariencia, por contra, se muestran bondadosos, sabios y generosos. Para conseguir aislar al adepto de familia y amigos, lo mantienen todo el día ocupado, con trabajo, conferencias u otras actividades.

Amparados en la libertad religiosa o de pensamiento, la mayoría de estos grupos operan sin problema alguno. «En España, a diferencia de otros países como Bélgica o Francia, no existe una regulación al respecto. Incluso consiguen entrar a formar parte del Registro de Entidades religiosas», advierte Laura Merino. «La policía sólo actúa cuando existe un delito muy manifiesto y que sea denunciado, cosa que raramente ocurre», añade Cuevas. Precisamente, las denuncias de ex discípulos y familiares de miembros de la congregación han llevado a la Fiscalía de Granada a abrir hace unos días una investigación sobre la comunidad hinduista Vadika Pratisthana Sangha, a la que muchos de sus integrantes llegan atraídos por la práctica del yoga.

De las presuntas sectas que operan en Málaga, Juancho Domínguez, presidente de la Asociación para la prevención de la manipulación sectaria RedUne, alerta de Doce Tribus, «una de las más peligrosas», Osho, Energía Humana y Universal, Sahaja Yoga, Travel One, Movimiento Humanista o Luz del Mundo. A este listado hay que añadir «algunos centros terapéuticos y las sectas comerciales, que proliferan en Málaga».


CÓMO ACTÚAN

Cortejo: Los miembros del grupo muestran preocupación por el neófito y le invitan a fiestas y conferencias. Es admirado y le hacen sentirse afortunado de formar parte del colectivo.

Aislamiento: Le convencen de que es infeliz y de que tiene que dejar a la familia y a los amigos para dejar de serlo.

Captación: Es el momento del 'Ahora te toca a ti'. Se le piden pequeños sacrificios a cambio de la enseñanza que va a recibir. Tiene que renunciar al pasado y seguir la ideología del grupo.

Adoctrinamiento: Refuerzan y castigan al adepto en función de que cumpla o no los objetivos.

Coacción psicológica: Convierten al adepto en un ser acrítico y le hacen pagar importantes cantidades de dinero o a entregar parte de su patrimonio a cambio de su estancia en la comunidad. También pueden exigirle que trabaje de forma gratuita. En algunas sectas se puede inducir a la prostitución o invitar al suicidio si se duda de la verdad absoluta que defienden. Ahora es el adepto el que busca nuevos miembros.

Fuente: Diario Sur.es

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